Según un comunicado de la Guardia Civil, las actuaciones se llevaron a cabo en uno de los diferentes dispositivos operativos que la Benemérita desarrolla en la provincia para evitar la captura y comercio de pescado inmaduro, cuando varios agentes observaron que en un antiguo restaurante de esta localidad, ahora sin actividad, estaban cargando presuntamente mallas con coquinas en una furgoneta.
Después de identificar al propietario de la carga, se localizaron 81 mallas de coquinas que después de realizar las mediciones correspondientes los agentes descubrieron que éstas no alcanzaban la talla mínima necesaria de 25 milímetros establecida en el Golfo de Cádiz para su captura y comercialización.
Así pues, los agentes han propuesto para sanción al varón que portaba los bivalvos y a la empresa mayorista de venta de pescado que distribuía las coquinas inmaduras, que constaba en el albarán de compra del denunciado.
Finalmente, los 243 kilogramos de coquinas intervenidas han sido puestas a disposición del Departamento de Pesca de la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, y se ha propuesto una sanción de 60.000 euros por el Órgano competente para los infractores.
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