Redactor: Rafael Marchena
Podríamos escribir largo y tendido de los conciertos y demás detalles relativos a lo acaecido sobre el escenario del Santa Teresa South Pop de Isla Cristina, y así lo haremos pero más adelante. Antes hay que incidir de nuevo en ese encanto que rodea al festival y que se repite año tras año. Ese ambiente que se respira a cada segundo, que mezcla el relax con la fiesta, y que incide en una terapia de música y ocio que ya es obligada para unos privilegiados antes de empezar el curso. Ya sean las sobremesas en la piscina del Barceló, la media hora entre grupo y grupo, el excelente sonido del auditorio, la playa de Isla Cristina, la barbacoa de despedida del domingo y, por supuesto, un jugoso cartel que siempre te sorprende con alguna trufa.
Una vez esto decir que el viernes empezamos con Yast abriendo el auditorio ante un aún reducido grupo de público que todavía andaba relajándose tras la fiesta en la piscina. Un comienzo de paisajes sonoros desde el lo-fi en el que "Sick" sobresalió por encima del resto. Los jiennenses Blam de Lam dieron una lección de mezcla perfecta entre rock ("Dadme sal") y piscodelia ("La química") , acompañados de sus numerosos pedales y efectos para crear un amalgama de sonidos con acento propio. Pleasant Dreams actuaron como un bálsamo fuera del auditorio, amenizando la velada como si fuera una noche veraniega de San Juan y resultando, como siempre, una banda sonora impecable para cualquier momento.
Lo de los franceses Exsonvaldes es de otro universo. Un grupo que crece a pasos agigantados y cuyo talento, aunque suene exagerado, debería ir acompañado de grandes estadios. Tenemos suerte los que podemos disfrutar en aforos reducidos de joyas del pop como "L´aerotrain", "Seahorses" y "Guns". Por su parte Françoiz Breut trajo la elegancia al escenario, acompañada por una banda de lujo y clavando temas esenciales del pop francés de los últimos años como "Si tu disais" y atreviéndose con "Bambola" de Patty Pravo. Con Delafé y las Flores Azules el recinto se convirtió en un gran karaoke, puesto que guardaron sitio para la mayoría de sus hits, pero haciendo que sus nuevas canciones quedaran bien pegadas en un collage que derivó en fiesta colectiva.
El sábado nos encontramos con más público del habitual al comienzo de la jornada, y es que Grises -en la foto- se va haciendo poco a poco con una legión de fans tras su paso por innumerables festivales. Fue uno de esos momentos míticos, un concierto impecable desde el segundo uno, haciendo que la gente se exprimiera bailando, a pesar de la inhabitual y temprana hora de su actuación. "Wendy" y "Cactus" los mejores momentos. Baden Baden nos dejo con la sensación de la búsqueda de la canción pop perfecta, y están cerca de conseguirla en cortes como "You´ll see", pero quizás pecan de cierta linealidad en su sonido. Lôbison basaron su actuación en esa inconfundible voz que nos adentra en las sombras y hace que debams fijarnos en ese gran debut que es "Perro Amor". L.A. siguen demostrando que no tienen fisuras, y que pueden llenar estadios y pequeños recintos con la misma fuerza y energía que desprende "Dualize. Canciones como "In the Meadow" tienen visos de convertirse en himnos, amén de sus glorioso pasado como con "Crystal Clear", momento en el que el feedback con el público es completo. Algo parecido ocurre con Dorian, que pueden amoldarse a cualquier lugar y momento con canciones tan redondas como "El temblor", "Verte amanecer" y "A cualquier otra parte". Pero finalmente la fiesta la trajeron los suecos MF/MB que hicieron estallar la fiesta con su rock electrónico y bailable, con una entrega total por parte de Victor Nilsson y Christine Bjork que contagiaron al público hasta el éxtasis final de una nueva edición de este festival en el que todo es perfecto o, por lo menos, así te lo hacen parecer. F: mondosonoro.com
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