El Partido Popular de Isla Cristina ha hecho público su particular y subjetivo balance de 2013, falto de rigor, ofreciendo números de 2012 o basándose en informaciones recogidas de Facebook. Da una visión excesivamente negativa y amplificada de la actualidad económica municipal, a sabiendas de que viene dada por la falta de ingresos en las arcas de cualquier ayuntamiento español, a excepción de la participación que corresponde a la localidad de los tributos al Estado y de la Junta de Andalucía, los cuales, consecutivamente y desde que comenzó la crisis, no paran de decrecer.
El cinismo de los Populares isleños no tiene límites y en otro intento más de desacreditar la ingente labor que se está llevando a cabo desde el Gobierno Municipal (PSOE-PA), con el único fin de no tener que entregarle las llaves del Ayuntamiento al mismo Presidente del Gobierno, critican las operaciones financieras a las que el ayuntamiento de Isla Cristina, y otros miles, se han visto obligados a llevar a cabo por la imposición del Gobierno que dirige su propio partido.
Entre otras, la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que impone a los ayuntamiento eliminar todo lo que no se autofinancie; un Plan de Ajuste que restringe los Servicios Municipales y tres Planes de Pagos a Proveedores que no paga el Gobierno, sino cada ayuntamiento que los hayan solicitado y que han tenido que firmar, obligatoriamente, con los bancos que el mismo Gobierno eligió y a los intereses que entre ellos pactaron, y que en caso de no pagar, el resultante económico es retirado mensualmente de lo que nos corresponde.
Y todo esto en un 2013 en el que subió el paro, disminuyeron los afiliados a la Seguridad Social, aumentó la pobreza y el hambre, se redujo la calidad o desaparecieron servicios elementales, bajaron los salarios y, por tanto, el nivel adquisitivo de los españoles, incluidos los jubilados. Y no lo decimos nosotros, sino todas las formaciones políticas –a excepción del PP, claro está-, organizaciones, ONGs, asociaciones no gubernamentales, tales como Cruz Roja o Cáritas, los bancos de alimentos, que se ven sobrepasados para atender tanda demanda. Cuándo Isla Cristina ha necesitado un Comedor Social, y menos mal la labor encomiable y nunca pagadera hacia sus impulsores. Y a todo este suma y sigue, el recorte en la Ley de la Dependencia, Ley Wert – contra la educación-, o contra la Sanidad Pública–privatizándose hospitales y eliminación de plazas-, o contra el aborto –que ni las políticas del PP están de acuerdo-, o la Reforma de la Administración Local, aquella que tiene como objetivo el adelgazamiento de los ayuntamientos y que empuja, irremediablemente, al despido, aunque continúen sin tocar la administración central, la de los grandes ministerios, dietas de sus altos cargos o viajes en primera clase.
Pero si todo lo expuesto, ya de por sí no fuera alentador, al PP isleño le queda hueco para el cinismo, cuando insistentemente defienden lo que se les dice desde Madrid, que “está llegando la recuperación”, esa que nadie ve, solo el Gobierno y los que la defienden, cuando, de forma triunfalista, para ellos, e insultante para el resto, hablan de una “mejoría”. En esa misma línea se sitúa el PP isleño que, como única solución al problema, insinúan la reducción del Capítulo 1, o lo que es lo mismo, el despido de trabajadores municipales y que ellos ya se atreven a cifrar en unos 140 empleados.
Para terminar, apuntarles que la bajada de habitantes en Isla Cristina no es un hecho aislado, también ocurre en pueblos de alrededor y a pesar de que el PP isleño no conoce en profundidad los motivos serios y fiables de estos estudios, se atreven, de forma frívola y partidista, a dar una rápida explicación, llevándola a su terreno y, de nuevo, hablando mal de Isla Cristina sobre que la tachan de decadente, algo que el Equipo de Gobierno Municipal no comparte y rechaza de plano, inclinándose más por factores como la emigración a sus países de origen de aquellos que un día trabajaron en la construcción, en el estancamiento de la natalidad o por la “fuga” de isleños, onubenses, andaluces y españoles que se ven obligados a salir fuera de España para ganarse la vida debido a la precariedad del empleo.
No todo vale con tal de atacar a los gobernantes, incluso dañando la imagen de Isla Cristina, línea política que ha elegido el Partido Popular de Isla Cristina para defender sus argumentos y que, afortunadamente, cada vez es más censurada por la población.
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