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domingo, 15 de diciembre de 2013

Los viejos verdes: (Las cosa de Goyo Gonzalez)

Todos vosotros habréis paseado alguna vez por algún parque de estos que hay entre torres de hormigón y torres de hormigón también llamados pisos. Pues bien, algún parque hay por los pueblos y las ciudades concurridas, y alguna que otra zona verde hay por ahí. Pues aquí quería llegar yo, a las zonas verdes, que le llaman así no porque haya muchos árboles, césped y pajarucos revoloteando. No. Las llaman así porque es donde se juntan los viejos verdes y preparan su plan de ataque.

Los viejos verdes aunque no lo parezca trabajan en grupos organizados y están muy bien preparados, ríete tú de las mafias rusas. Aparecen en los parques más concurridos y luego se distribuyen por todos los lugares de la ciudad. Yo me los imagino haciéndose un corro aguantado por bastones, que parece que vayan a hacer un baile con golpecitos entre bastones Pero bueno, como la cosa ya no está para muchos más bailes que el pasodoble con la Paqui del asilo, se dedican a preparar cómo abordar a las jovenzuelas. “Atención, Eufrasio se dirigirá al instituto San Jerónimo del Pié incorrupto, Tiburcio, tú vigilarás el picadero del norte, Eulogio, tú te encargas de las cámaras en los probadores del Zara”. Que cada día están mejor preparados.

Eso sí, siempre hay los despistados que se van a la obra a mirar que la mezcla de porlan esté bien hecha y que no se hayan dejado ni un ladrillo mal puesto, que alguno se lleva la regla de casa para medir bien. El caso es que se distribuyen y allá que van en la búsqueda de mujeres jóvenes a las que abordar. Parece mentira, todo el mundo dice que cuando las personas se hacen mayores les baja la líbido, pero no se ha visto cosa más salida que las mujeres mayores, sobre todo en despedidas de soltera, en las que son las que más gritan. Imaginad esa Agapita que con su cuerpo de botijo-mujer-mayor-típica se pone a gritar como loca al boy asustado y le coge del cimbel como si fuera a tirar de una cisterna de las antiguas.
 
Pues bien, los hombres mayores también asaltan las mujeres. O las mozas más jóvenes del pueblo. A la salida del instituto siempre hay algún hombre mayor que pasa por allí “como por casualidad”, pero se nota que no lo es porque la gente que pasa por su lado saca la lancha fueraborda para pasar por el reguero de babas. Que alguna vez alguno ha salivado tanto que se le ha caido la dentadura postiza y ni se ha dado cuenta. La cuestión es que cae tanta baba que podrían aprovecharla para el teletienda, no sé si habéis visto esas nuevas cremas de baba de caracol que es para hacer un escrito aparte, pues lo mismo, seguro que esas babas son capaces, también, de generar cualquier tejido, ahí hay un mejunje que ríete tú de los mejores productos cosmeticos.

Yo los he visto en las terrazas del Parra y la Coyantina y vigilan todos los pasos de las chicas, ya las reconocen si vuelven no por la cara, sino por el culo. Son capaces de reconocer dos culos distintos a dos kilómetros de distancia, y eso que llevan gafas. No ven bien para ver los carteles, ahora para saber si la chica en cuestión lleva sujetador o no, son unos genios. La voz de la experiencia dicen. De todas formas, su hábitat se centra en los parques, porque allí se mantienen en su banco, junto a otros de su especie y esperan el paso de las jovenzuelas.

“Moozaaa, no te hubiera yo pillao má joven que te hubiera hesho de to hasta que te hartarassgghhs” Y un chof de baba aparece en el suelo. El caso es que las chicas los miran como diciendo, qué vas a hacer tú si ya ni te acuerdas de lo que era aquello. Y alguna más bestia les suelta: “Pero sí la tienes má arrugá ya que una pasahhh, ande vá con eso” Y es que algunos no son conscientes de sus limitaciones. Hay que saber envejecer con dignidad.

Sobre todo las chicas que los habrán tenido que sufrir. Ese ligero toque en el culo y los ojos de la chica saltando como bolsas blancas sopladas por el viento. “Mecagonto que el viejo verde este me ha tocado el culo” Y es que los viejos verdes forman parte ya, no de la vida diaria, sino del mobiliario urbano.

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