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domingo, 29 de marzo de 2015

Las Cosas de "Goyo Fauna de la discoteca: Los seguratas"

La mayoría de la gente, cuando se dirigen a la discoteca, se encuentran con unos seres que les paran el paso durante unos segundos y les miran de arriba abajo. Al contrario de lo que puedan desear los hombres, que sea por ejemplo una chica bien mona (o en el caso de las mujeres un chico bien mono, o en el caso gay, etc…) en realidad es un tio parecido a un armario de 4×4 con los hombros pegados a la barbilla (el cuello se perdió por el camino) y con mirada asesina.

Son los seguratas. Los seguratas tienen una misión fundamental dentro de la discoteca, y es que entren los que ellos quieren que entren. Yo por suerte y debido a los años que tengo, no tengo problemas a la hora de entrar, no me hace falta ni mostrarles el DNI. La edad es algo muy importante para una discoteca ya que así eligen que tipo de gente quieren dentro, por otra, cuando tienes 16 años te parece de una injusticia moral tremenda. Cuando pasan los años entiendes el porqué, en una discoteca adulta se ven muchas menos peleas.

El segurata tiene otra misión fundamental, mirarte la ropa. Si no le gusta tu ropa no te deja entrar. Tu forma de vestir no tiene por qué decir nada de tu forma de ser, la ropa de pelao quizá sí; pero de todas formas no hay nada que indique que según que ropa lleves vas a traer problemas a la discoteca. Sin ir más lejos recuerdo una vez que un segurata me hizo que le enseñase la camiseta que llevaba debajo del jersey, la conversación fue esta:
Yo: Hola buenas noches.

Segurata: Gñññ (me mira de arriba a abajo)
Segurata: ¿Qué llevas debajo?
Yo: Pues una camiseta. (Y calzoncillos tonto, pensé, pero digo al igual me mete un viaje que me acuerdo toda la vida, por gracioso)
(El segurata me mira con mala leche como diciendo, ¿me estás vacilando? ¿a mi?)
Total que me levanté el jersey y pudo ver la camiseta, que era una camiseta normal y corriente y me dejó pasar. También comprobó si llevaba bambas, menuda obsesión con las bambas la que tienen los seguratas. Ya ha surgido la conversación típica si te dicen que no puedes entrar con bambas:
Segurata: No se puede entrar con bambas.
Persona: ¿Qué pasa? ¿Qué hay charcos?
Te buscas un problema, pero… ¿Y lo agusto que te quedas

Además, la profesión de segurata es la de macho macho. No hay segurata en el mundo que no vaya más quemado que el pico de una plancha. Bueno, por dos motivos, por la de horas que se chupan y porque van quemados de salidos. Tía que pasa, tía que le pegan un repaso, y para entrar en la discoteca da igual que tengan 14 años, mientras tengan buenas tetas ya les dejan pasar, o vayan vestidas con la linea de moda “La pequeña furcia”.

De esa manera, una tía con pocas convicciones morales y éticas puede entrar en una discoteca gratis y encima beber de gorra si se lo curran. El segurata no se comerá una rosca lo más probable y se quedará en casa con dolor por lo bajini, pero son los efectos secundarios de dejarse embaucar.

En fin, que en el fondo los seguratas son unos seres entrañables, que a pesar de transmitirte todo lo contrario a seguridad si los ves en medio de la pista, cumplen su función.
Y si han de pegar a alguien lo hacen, que para eso están. ¿O no?

Goyo Gonzalez    

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