El partido de la jornada dejó las cosas como estaban. El duelo entre el Isla Cristina y el Xerez, segundo y tercer clasificado, respectivamente, acabó en tablas, lo que mantiene a ambos equipos en las posiciones que ocupaban antes del pitido inicial.
Además, isleños y xerecistas se ven frenados en sus aspiraciones de dar caza al líder, el Cádiz B, que hoy tiene la oportunidad de aumentar la ventaja sobre sus dos más inmediatos perseguidores, más allá de los cuatro puntos que atesora en la actualidad.
El empate a cero que campeó en el marcador del Municipal de Isla Cristina no fue consecuencia de la falta de ambición de los contendientes. Muy al contrario, pese a la falta de gol, Isla Cristina y Xerez ofrecieron un partido entretenido y cada bando buscó la victoria usando sus armas.
Comenzó dominando la escuadra local, mientras los visitantes se atrincheraban atrás, acumulando muchos efectivos en su área. Sin descuidar, eso sí, el contragolpe, que los azulinos efectuarían esporádicamente, pero con rapidez y peligro, obligando a la defensa isleña a permanecer muy atenta a cada jugada. Sobre todo cuando el balón caía en las botas del extremo Quirós.
La historia del partido pudo cambiar al cuarto de hora, cuando un disparo desde lejos de Sebas se topó con el larguero. Poco después, Fernando remataba al poste tras un saque de esquina. La madera frustró las dos ocasiones más claras del Isla Cristina y de toda la tarde.
Los entrenados por Francis Acosta siguieron intentándolo de todas las formas posibles, pero el sistema defensivo del Xerez era muy eficaz, y hacía difícil entrar en los dominios del meta Ángel. Aún así, el once local tuvo una última oportunidad antes de llegar al descanso, pero el cancerbero gaditano rechazó 'in extremis' un buen remate de Sebas.
El panorama cambió en la segunda mitad. El equipo de Vicente Vargas dio un paso adelante y por momentos llegó a tomar el mando del encuentro, si bien, apenas puso en apuros a Mateos, muy cómodo gracias a la labor defensiva de sus compañeros.
El Isla, de su lado, quería recuperar la iniciativa en el juego, pero no podía con la zaga y el centro del campo rival. La desesperación por alcanzar el marco defendido por Ángel, llevaría a los isleños a colgar balones al área en los últimos minutos, buscando una cabeza salvadora que hiciera el gol del triunfo, gol que nunca llegaría.
Y aún pudo ser peor de no ser por Mateos, que en el tiempo de prolongación hizo la parada del partido al salvar junto al poste un remate venenoso de Miguel Ruiz. Una vez más, el cancerbero se erigía en salvador de su equipo y al menos rescataba un punto.
Joaquín Pantiga.
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