Las Cosas de Goyo “Canticos en el Aeropuerto”

Hace unos días estaba viendo la tele, en concreto las noticias, y vi como llegaban los jugadores de un equipo de futbol que se había clasificado para una final. Pues bien, en el aeropuerto les estaban esperando un buen grupo de personas que gritaban y jaleaban a los héroes de ese equipo.

Que, por cierto, ¿la gente que espera siempre en los aeropuertos son los mismos siempre? ¿Son como las mujeres de barrio que siempre que hay un suceso aparecen y dicen que aquel hombre en realidad era muy normal y buena persona? ¿Viven en el aeropuerto ? Es que es una pasada, siempre que hay un acontecimiento, el aeropuerto está lleno de gente que espera a los deportistas,

Sin ir más lejos, ese dia, había un montón de gente esperando a los de ese equipo en Madrid, y en Barcelona otro montón de gente esperando a los jugadores del Barzal. Así que en este caso, no podían ser los mismos, aunque las imágenes bien podían ser de Barajas en la que se encontrarían los dos equipos… Mmmhh, esto da que pensar…

Pero el tema al que voy, que me desvío del tema, es: ¿La gente luego se ve en casa como grita y jalea a los deportistas? Es que los cánticos deportivos son tremendamente ridículos, y lo peor es que mucha gente los hacemos, yo me incluyo. Pero si yo me viera en la tele diciendo: “Oeee oeee oeee, España oeee oeoeeeee” sentiría algo más que vergüenza.

Cuando cantamos ese tipo de himnos nos acercamos más a la versión Neardenthal de nuestra historia, nos volvemos en animales y empezamos a gritar: “oooohhh unga unga eeeeehhhh campeoonneeeesssss oeeeeeeeee”; “ese barru ese barru eeeehhh, eeehhh”.

Además, visualmente, nos ponemos en una posición ridícula, con un brazo levantado y el dedo índice señalando algún lugar del cielo o el techo y dando botes mirando a los demás a ver si están haciendo la misma gilipollez. ¡Que lo hace hasta Manolo el del Bombo! Que no te imaginas a ese hombre dando brincos, pues sí, con bombo incluido.

En fin, que cada vez que veo esas imágenes del aeropuerto con gente normal, de a pie, con sus trabajos y sus “días de cada día” se dedican a darle cachetazos a los jugadores (porque vaya ostias les meten, menosmal que los quieren) y a gritarles cánticos, casi, ininteligibles no me entra otra cosa que no sea vergüenza ajena…

Goyo Gonzalez