El pasado viernes se vivienron momentos muy hermosos y entrañables cuando al compás de la guitarra de Tomás requena y el cajón de Jeray Sosa Luís, comenzaron a entonar la Salve Diego de la Cruz y Abel López Santos, Kalandraque, y es porque, sin duda, con sus voces, con la conjunción que los caracteriza y con el balanceo que dan a sus notas, enganchan y eso, sin dejar de mirar al Simpecado de sus amores, consiguiendo, como siempre, transportar a lo rocieros por todos los momentos mágicos que Nuestra Madre nos hace sentir a todos los que la amamos a lo largo de nuestra vida.
Y con esas sevillanas con las que Abel, cuando se encierra a escribirlas, manifiesta esa magia que son sus oraciones cantadas.
Una vez más, un ratito de Rocío, un ratito de oración, un ratito de convivencia... En definitiva, una reunión de hermanos y hermanas a los pies de la Madre del Pastorcito Divino.
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